BUENDIA EUGENIA
NARVAEZ PAUL
PARRALES JEFFERSON
LITOSFERA
Es la capa sólida superficial de la Tierra, caracterizada por su rigidez. Está
formada por la corteza y la
zona más externa del manto, y «flota» sobre la astenosfera, una capa «plástica» que forma parte del manto superior. La litosfera suele tener un espesor
aproximado de 50 a 300 km,2 siendo
su límite externo la superficie terrestre.4El límite inferior varía dependiendo de la definición de litósfera que
se ocupe.
·
Litosfera térmica: Bajo este concepto la litosfera constituye la parte
del manto donde la conducción de calor predomina sobre la convección de calor, caso opuesto de lo que ocurre en la
parte del manto que subyace la litosfera.
·
Litosfera sísmica: La base de la litosfera se caracteriza por una
reducción en la velocidad de propagación de las ondas S y una elevada atenuación de las ondas.
Esta definición tiene la ventaja que es fácilmente detectable a través de
estudios sismológicos.
·
Litosfera elástica: Se llama litosfera flexural o elástica como la capa
superior de la Tierra que se mueve con las placas tectónicas. Según esta definición la litosfera se defina como
rígida y con movimiento mecánico coherente.
La litósfera de la tierra
·
La litósfera es la
capa exterior rocosa y rígida de la Tierra sobre la que vive la biósfera y se
extiende en promedio hasta aproximadamente 100 km de profundidad hundida en el
manto. La Litósfera es una capa extremadamente fina si se compara con el resto
del planeta que tiene una profundidad de 6,371 km., representando el 1.56% del
radio de la Tierra.
La litósfera de la
Tierra es diferente químicamente al manto superior que inició hace 3800 millones de años, pues se
trata de un producto de la solidificación de los derivados del manto que
ascendió a través de poros, fisuras y grietas y durante el tiempo geológico se
enfrió en la superficie.
Capas de la litosfera
La litosfera comprende dos capas, la corteza y el manto superior, que se
dividen en unas doce placas tectónicas rígidas. El manto superior está separado
de la corteza por una discontinuidad sísmica, la discontinuidad de Mohorovicic,
y del manto inferior por una zona débil conocida como astenosfera.
Manto superior
El manto superior (o manto
externo) se inicia en la Moho, que está a una profundidad media de 6 km bajo la
corteza oceánica y a una profundidad media de 35,5 km bajo la corteza
continental, aunque puede alcanzar en ésta última profundidades superiores a
400 km en las zonas de subducción.
Es la capa de la Tierra que se encuentra entre la corteza y el núcleo (supone aproximadamente el 87 % del volumen del planeta). El manto terrestre se extiende desde cerca de 33 km de profundidad (o alrededor de 8 km en las zonas oceánicas) hasta los 2.900 km (transición al núcleo). El manto se diferencia principalmente de la corteza por sus características químicas y su comportamiento mecánico, lo que implica la existencia de una clara alteración súbita (una discontinuidad) en las propiedades físicas de los materiales.
Es la capa de la Tierra que se encuentra entre la corteza y el núcleo (supone aproximadamente el 87 % del volumen del planeta). El manto terrestre se extiende desde cerca de 33 km de profundidad (o alrededor de 8 km en las zonas oceánicas) hasta los 2.900 km (transición al núcleo). El manto se diferencia principalmente de la corteza por sus características químicas y su comportamiento mecánico, lo que implica la existencia de una clara alteración súbita (una discontinuidad) en las propiedades físicas de los materiales.
Corteza terrestre
La corteza terrestre es la
capa rocosa externa de la Tierra de la cual forma parte el suelo. La corteza
está por debajo de los océanos tiene solo unos 5 kilómetros de grosor, mientras la corteza
continental llega a alcanzar hasta 65 km de grosor, la corteza oceánica está
formada por minerales que la corteza continental.
Composición de la Litosfera
La litosfera
está formada por materiales
sólidos, engloba la corteza continental, de entre 20 y 70 Km. de espesor, y la
corteza oceánica o parte superficial del manto consolidado, de unos 10 Km. de
espesor. Se presenta dividida en placas tectónicas que se desplazan lentamente
sobre la astenósfera que es la capa de
material fluido que se encuentra sobre el manto superior.
Las tierras emergidas son las que se hallan situadas
sobre el nivel del mar y ocupan el 29% de la superficie del planeta. Su distribución es muy irregular, concentrándose
principalmente en el Hemisferio Norte o continental, dominando los océanos en
el Hemisferio Sur o marítimo.

La litosfera conforma la parte sólida de la corteza
terrestre. Los elementos que en ella predominan son oxígeno (O), azufre (S), aluminio (Al), hierro (Fe), calcio (Ca), sodio (Na), potasio (k) y magnesio
(Mg)
Los silicatos representan 95% de los minerales presentes
1) compuestos inorgánicos, no disueltos, producidos
por la meteorización y la descomposición de las rocas superficiales;
La naturaleza física del suelo está determinada
por la proporción de partículas de varios tamaños. Las partículas inorgánicas
tienen tamaños que varían entre el de los trozos distinguibles de piedra y
grava hasta los de menos de 1/40.000 centímetros. Las grandes partículas del
suelo, como la arena y la grava, son en su mayor parte químicamente inactivas;
pero las pequeñas partículas inorgánicas, componentes principales de las arcillas
finas, sirven también como depósitos de los que las raíces de las plantas
extraen nutrientes. El tamaño y la naturaleza de estas partículas inorgánicas
diminutas determinan en gran medida la capacidad de un suelo para almacenar
agua, vital para todos los procesos de crecimiento de las plantas.
La parte orgánica del suelo está formada por restos
vegetales y restos animales, junto a cantidades variables de materia orgánica amorfa llamada humus. La fracción
orgánica representa entre el 2 y el 5% del suelo superficial en las regiones
húmedas, pero puede ser menos del 0.5% en suelos áridos o más del 95% en suelos de turba.
El componente líquido de los suelos, denominado por los
científicos solución del suelo, es sobre todo agua con varias sustancias
minerales en disolución, cantidades grandes de oxígeno y dióxido de carbono disueltos. La solución del suelo es muy compleja y tiene
importancia primordial al ser el medio por el que los nutrientes son absorbidos
por las raíces de las plantas. Cuando la solución del suelo carece de los
elementos requeridos para el crecimiento de las plantas, el suelo es estéril.
Los principales gases contenidos en el suelo son el
oxígeno, el nitrógeno y el dióxido de carbono. El primero de estos gases es
importante para el metabolismo de las plantas porque su presencia es
necesaria para el crecimiento de varias bacterias y de otros organismos responsables de la descomposición
de la materia orgánica. La presencia de oxígeno también es vital para el
crecimiento de las plantas ya que su absorción por las raíces es necesaria para
sus procesos metabólicos.
Rocas igneas
Se originan a partir de un magma (rocas fundidas a muy
alta temperatura). El término ígneo deriva del latín
igneus, es decir, ardiente. Las rocas ígneas se solidifican cuando se enfría el
magma, sea bajo tierra o en la superficie. Las más antiguas tienen al menos
3.960 millones de años, mientras que las más jóvenes apenas se están formando
en estos momentos. El granito es la roca ígnea más corriente, aunque existen
más de 600 tipos. Hay dos tipos de rocas ígneas que se distinguen porque en un
caso el magma alcanza la superficie terrestre antes de enfriarse y endurecerse,
y en el otro no. El magma que cristaliza bajo tierra forma rocas ígneas intrusivas.
El que alcanza la superficie antes de solidificarse forma las rocas ígneas
extrusivas.
- Rocas ígneas intrusivas: Las rocas ígneas
que se forman en profundidad se enfrían más lentamente que las formadas en
superficie, por lo que tienden a ser de grano más grueso y no contienen
inclusiones gaseosas o de vidrio. Los grandes cristales normalmente se empaquetan de
forma compacta, confiriendo un aspecto granuloso a la roca. Hay dos tipos de
rocas ígneas intrusivas. Las hipoabisales se forman justo debajo de la
superficie, normalmente en diques y sills. Las rocas plutónicas se forman a
mayor profundidad y se emplazan en forma de plutones y batolitos. Las rocas
ígneas intrusivas quedan expuestas a la superficie si las rocas que las cubren
desaparecen por efecto de la erosión.
- Rocas ígneas extrusivas : Si el magma alcanza la
superficie terrestre antes de enfriarse, forma rocas ígneas extrusivas de grano
fino, también llamadas rocas volcánicas, ya que el magma surge por los volcanes. Las rocas ígneas extrusivas tienen formas fluidas y
cristales de poco tamaño que crecen rápidamente, y suelen contener inclusiones
de vidrio y de gas.
- Composición: Las rocas ígneas están
compuestas esencialmente por silicatos, generalmente ortosa, plagioclasa,
cuarzo, mica biotita, olivino, anfíboles y piroxenos. Cada tipo de roca ígnea
contiene distintas proporciones de estos minerales.
- Clasificación: Las rocas ígneas se clasifican
según la cantidad de sílice que contienen. También se pueden agrupar por el
tamaño de los cristales. El tipo de magma, la forma en que viaja hasta la
superficie y la velocidad de enfriamiento determinan la composición y
características como el tamaño del grano, la forma de los cristales y el color. El tamaño del grano indica si una roca ígnea es
intrusiva (de grano grueso) o extrusiva (de grano fino). Las primeras, como el
gabro, tienen cristales de más de 5 mm de diámetro; las rocas de grano medio,
como la dolerita, tienen cristales de entre 0,5 y 5 mm de tamaño; por último,
las de grano fino, como el basalto, tienen cristales de menos de 0,5 mm. La
forma de los cristales es otro indicador del origen de la roca. Un enfriamiento
lento permite que los minerales tengan tiempo de desarrollar cristales bien formados (idiomórficos).
Un enfriamiento rápido sólo permite la aparición de cristales mal formados
(alotriomórficos). El color puede ayudar a establecer la composición química de una roca. Las ácidas de color claro contienen más del
65 por ciento de sílice. Las básicas son oscuras, tienen un bajo contenido en
sílice y una mayor proporción de minerales ferromagnesianos oscuros y densos
como la augita. Las intermedias se sitúan entre las dos anteriores en cuanto a
composición y, por lo tanto, también en color.
Rocas sedimentarias
Se forman en la superficie terrestre o cerca de ella.
Normalmente, la roca se fragmenta y se disuelve por acción de la meteorización
y la erosión, las partículas se sedimentan y los minerales disueltos
cristalizan a partir del agua y forman sedimentos. Los componentes de la roca
fragmentada son transportados por el agua y el hielo y, enterrados a poca
profundidad, se convierten en nuevas rocas. Las rocas sedimentarias se disponen
en capas, las más recientes situadas sobre las más antiguas, lo que permite a
los geólogos conocer la edad relativa de cada capa. Las rocas sedimentarias
suelen contener fósiles, que pueden ser de utilidad tanto para datar las rocas
como para determinar su origen. Existen tres grupos principales: orgánicas,
detríticas y químicas.
- Rocas sedimentarias orgánicas : Las rocas
sedimentarias orgánicas se forman a partir de restos vegetales o animales. Por
lo general contienen fósiles, y algunas están compuestas casi íntegramente de
restos de seres vivos. Por ejemplo, el carbón se forma a partir de capas de
material vegetal comprimido. La mayor parte de la piedra caliza procede de
restos de criaturas marinas.
- Rocas sedimentarias detríticas : Las rocas
sedimentarias detríticas están constituidas por partículas de rocas más
antiguas que pueden estar situadas a cientos de kilómetros. Las rocas de origen
se fragmentan debido a la lluvia, la nieve o el hielo, y las partículas
resultantes son arrastradas y depositadas como sedimentos en desiertos, en
playas o en los lechos de océanos, lagos y ríos. Las rocas detríticas se
clasifican de acuerdo con el tamaño de las partículas que contienen. La
arenisca es un ejemplo de roca sedimentaria detrítica.
- Rocas sedimentarias químicas : Las rocas
sedimentarias químicas se forman a partir de minerales disueltos en el agua.
Cuando el agua se evapora o se enfría, los minerales disueltos pueden
precipitar y formar depósitos que pueden acumularse con otros sedimentos o
formar rocas por su cuenta. Las sales son un ejemplo habitual de rocas
sedimentarias químicas.
- Formación de rocas sedimentarias: El proceso que
convierte los sedimentos no consolidados en roca se denomina litificación. A
diferencia de las rocas metamórficas, las sedimentarias se forman cerca de la
superficie terrestre, bajo presiones y temperaturas relativamente bajas. Los
sedimentos más antiguos quedan enterrados bajo las nuevas capas y se van
endureciendo gradualmente por la compactación y la cementación. La compresión
que sufren esos sedimentos para formar rocas se denomina compactación. A medida
que se van amontonando las capas de sedimentos, las más inferiores van quedando
aplastadas por el peso de las superiores. El grado de compresión que pueden
soportar depende del tipo de sedimento. El sedimento de grano fino se puede
reducir a una décima parte de su grosor original en un proceso del que se obtiene
la argilita (roca constituida por arcillas), mientras que la arena se puede
comprimir muy poco. Los sedimentos suelen contener una gran cantidad de agua
entre las partículas que se expulsan durante la compactación. Los componentes
minerales disueltos pueden cristalizar a partir de esa agua y cementar los
sedimentos. Los cementos minerales más comunes son la calcita y el cuarzo.
- Clasificación de las rocas sedimentarias: La
apariencia de una roca sedimentaria queda determinada por las partículas que
contiene. Características como el tamaño y la forma del grano o la presencia de
fósiles pueden ayudar a clasificar este tipo de rocas. El tamaño de los granos
de las rocas sedimentarias varía mucho, desde grandes cantos hasta las
minúsculas partículas de arcilla. Los conglomerados y las brechas, compuestos
de guijarros y cantos rodados, son las rocas sedimentarias de grano más grueso;
la arenisca está formada por partículas del tamaño de granos de arena y el
esquisto es la roca sedimentaria de grano más fino. La forma de los granos que
integran las rocas sedimentarias depende de cómo éstos se han transportado. La
erosión del viento crea partículas de arena esféricas y guijarros angulosos. La
del agua origina partículas de arena angulosas y guijarros esféricos. Los
fósiles son restos animales o vegetales conservados en capas de sedimentos. El
tipo de fósil que contiene una roca indica su origen. Por ejemplo, un fósil
marino sugiere que la roca se formó a partir de sedimentos depositados en el
lecho oceánico. Los fósiles suelen aparecer principalmente en rocas
sedimentarias, nunca en las ígneas y raramente en las metamórficas.
Rocas metamórficas
En la profundidad de la corteza terrestre, las
temperaturas y las presiones son altísimas. Dentro de nuestro planeta, el grupo
de minerales que compone una roca se puede transformar en otro que sea estable
a presiones y temperaturas superiores. Las rocas situadas cerca de un cuerpo de
magma caliente se pueden transformar por la acción del calor. Las rocas que han
sido enterradas a gran profundidad por la acción de placas tectónicas
convergentes pueden transformarse por el aumento de la presión y de la
temperatura. Ese cambio se denomina metamorfismo, un proceso que puede
modificar cualquier tipo de roca, sea sedimentaria, ígnea o incluso
metamórfica. Por ejemplo, la piedra caliza, que es sedimentaria, puede
convertirse en mármol, y el basalto, que es ígneo, en una roca verde,
anfibolita o eclogita.
Temperatura y presión: Cuanto mayor sea la profundidad a
la que esté enterrada una roca, más calor y mayor temperatura soportará. Con
cada kilómetro de profundidad la temperatura aumenta unos 25°C y la presión,
unas 250 atmósferas. El aumento de la temperatura y de la presión puede
transformar las rocas en dos aspectos: pueden cambiar el conjunto de los
minerales presentes en la roca preexistente (la paragénesis) y formar un
conjunto nuevo, y también pueden cambiar el tamaño, la forma y la disposición
de los cristales en la roca. Ambos procesos pueden causar la destrucción de los
cristales preexistentes y generar cristales nuevos por recristalización. El
metamorfismo tiene lugar con temperaturas de 250 a 800°C; con temperaturas
superiores a 650°C, las rocas se pueden fundir para formar magma y una roca
"mixta" denominada migmatita.
Metamorfismo regional: A medida que se forman las
montañas, grandes cantidades de roca se deforman y se transforman debido a un
proceso llamado metamorfismo regional. Las rocas enterradas a poca profundidad
descienden a mayores profundidades, donde a temperaturas y presiones superiores
se pueden formar nuevos minerales. Una zona que ha sufrido el proceso de
metamorfismo regional puede ocupar miles de kilómetros cuadrados. Este tipo de
metamorfismo se clasifica en grado bajo, medio y alto en función de las temperaturas alcanzadas. La pizarra, el esquisto
y el gneis son ejemplos de rocas afectadas por el metamorfismo regional.
Metamorfismo de contacto: El metamorfismo de contacto se
da cuando las rocas son calentadas por un cuerpo de magma. Los fluidos
liberados por ese proceso pueden atravesar las rocas y seguir transformándolas.
La zona afectada situada en torno a una intrusión ígnea o un flujo de lava se
denomina aureola. Su tamaño depende del de la intrusión y de la temperatura del
magma. Los minerales de la roca original pueden transformarse de modo que la
roca metamórfica resultante sea más cristalina, y en el proceso pueden
desaparecer componentes, como los fósiles. Las corneanas son el resultado
habitual del metamorfismo de contacto.
Metamorfismo dinámico: El metamorfismo dinámico es una
forma secundaria de metamorfismo que se da cuando las rocas son comprimidas a
causa de los grandes movimientos de la corteza terrestre, en especial a lo largo
de sistemas de fallas. Grandes masas de roca se superponen a otras rocas y, en
los puntos donde entran en contacto, se forman unas rocas metamórficas
denominadas milonitas.
La clasificación de las rocas metamórficas: Las rocas
metamórficas presentan una serie de características comunes. El análisis de la
estructura, el tamaño del grano y el contenido mineral puede ayudar a
clasificar estas rocas. El término textura hace referencia a cómo se orientan
los minerales en el seno de una roca metamórfica. La orientación de los
cristales indica si la roca se ha formado como consecuencia de un aumento de
presión y de temperatura, o bien, sólo por un incremento de esta última. En las
rocas metamórficas de contacto, los minerales suelen estar ordenados al azar.
En las de metamorfismo regional, la presión a la que se ha visto sometida la
roca suele provocar que determinados minerales se alineen. El tamaño de los
cristales refleja el grado de calor y presión al que se ha expuesto la roca. En
general, cuanto más altas hayan sido la presión y la temperatura, mayores serán
los cristales. Por ejemplo, la pizarra, que se forma bajo poca presión, es de
grano fino; el esquisto, que se forma a temperaturas y presiones moderadas, es
de grano medio; y el gneis, formado a altas temperaturas y presiones, es de
grano grueso. La presencia de determinados minerales en las rocas metamórficas
puede ayudar en el proceso de identificación. El granate y la cianita se dan en
el gneis y el esquisto, mientras que en la pizarra suelen encontrarse cristales
de pirita.
Una placa
tectónica o placa litosférica
es un fragmento de litosfera que se mueve como bloque rígido sin que ocurra deformación
interna sobre la astenósfera (manto exterior o superior) de la Tierra.
La Litósfera se puede
clasificar en “corteza continental” (de hasta 70 km de espesor de rocas
plutónicas y metamórficas de hasta 3800 millones de años) y “corteza oceánica”
(entre 5 y 10 km de espesor de basalto, roca plutónica y sedimentos y minerales
más densos que la corteza continental de hasta 180 millones de años porque
contiene menos silicatos) que transitan entre sí a través de una “corteza de
transición” lateral que ocurre gradualmente.
La corteza continental está formada principalmente por
“montañas” (formas elevadas del relieve con grandes elevaciones del terreno),
“cordilleras” (grupos de montañas), “cerros” (elevaciones suaves del relieve),
“mesestas” (altiplanos o relieves por encima de los 200 metros sobre el nivel
del mar), “llanuras” (relieves a poca altura sobre el nivel del mar) y “valles”
(sectores planos rodeados de cerros o montañas) y “depresiones” que
corresponden a sectores hundidos de la superficie terrestre”
El relieve submarino tiene los mismos tipos de relieve
que el continental, está formado por la “plataforma continental” (extensión de
los continentes desde la superficie del agua hasta los 200 metros de
profundidad), la “región batial” (tiene un declive abrupto des de los 200
mt hasta los 1000 metros) y las “fosas abisales o marinas” (de 5000 a 11000
metros donde abundan los depósitos orgánicos o fangos).
Relieve
El
relieve terrestre es el término que alude a las formas que tiene la corteza
terrestre o litosfera en la superficie, tanto en relación con las tierras
emergidas como en cuanto al relieve submarino, es decir, al fondo del mar. Es
el objeto de estudio de la geomorfología y de la geografía física, sobre todo,
al hacer referencia a las tierras continentales e insulares. La geomorfología
es una de las ramas de la geología, que se engloba con otras ciencias dentro de
las ciencias de la Tierra.
Algunas
de las principales causas que han originado los diferentes tipos de relieve son
procesos naturales geológicos como sismos (movimiento de las placas
tectónicas), actividad volcánica y erosión producida por el agua y el viento.
Asimismo, la actividad humana ha provocado la modificación de relieve de
algunas montañas, cerros por medio de explosivos para abrir camino a la
explotación minera.
Hay
distintos tipos de relieve, dependiendo de la zona ubicada en la litosfera:
·
Relieve terrestre superficial
·
Relieve submarino
·
Relieve Costero
Relieve terrestre
superficial
1.
Depresiones. Son todos los declives y
concavidades que presenta un terreno, pueden ser:
·
Valle
·
Cañones
·
Cuencas
2.
Llanuras. Son planicies que presentan pocas o
casi ninguna elevación, se encuentran por lo común al nivel del mar o no
sobrepasar los 500 msnm.
3.
Mesetas. Son superficies planas que
sobrepasan los 500 msnm, pueden haberse originado por la elevación de una
llanura debido al movimiento de las placas tectónicas, o también por la
elevación de una meseta submarina.
4.
Cadenas montañosas. Son elevaciones naturales
del terreno de gran altitud en comparación con la superficie terrestre. Pueden
ser consecuencia del movimiento de placas tectónicas, surgimiento de actividad
volcánica o la acumulación de material volcánico. Se caracterizan por
sobrepasar el nivel del mar por miles de metros. Se clasifican las formaciones
rocosas en: cerros, montañas y volcanes.
Relieve submarino.
Son accidentes geográficos que se han producido en el lecho marino. Se pueden
encontrar las siguientes formaciones:
1.
Fosas submarinas. Son depresiones profundas
en los fondos oceánicos donde se encuentran fallas geológicas. Se forman a
partir de los 10 000 mt hacia abajo.
2.
Llanuras submarinas. Son parecidas a las
fosas, depresiones profundas con la única diferencia que se encuentran entre
los 3 000 y 6 000 m de profundidad. Tienen cierta inclinación casi
imperceptible.
3.
Mesetas submarinas. Son zonas extensas que
cubren gran parte del fondo marino. Presentan superficies planas que se elevan
por encima del resto del fondo, formando parte de la placa continental hasta
que terminan de una manera abrupta, donde empieza una fosa o una llanura.
4.
Dorsales submarinos. Son cadenas montañosas
que atraviesan el globo terrestre y forman parte de las uniones de las placas
tectónicas. Se forman y se elevan por la afluencia del magma interno de la
tierra, el cual se enfría con el agua marina y se solidifica formando volcanes,
islas o montañas.
Relieve costero.
Son accidentes geográficos que se encuentran en las costas marinas, lugar donde
se pone en contacto el mar y la superficie terrestre.
En
la clasificación de Relieve costero entrante se encuentran:
1.
Golfos. Gran extensión rodeada por puntas o
cabos de tierra.
2.
Bahía. Entrada de mar más ancha que el resto
de la penetración en tierra adentro, se le considera opuesta a la península.
3.
Ensenada. Entrada circular con una boca
estrecha.
4.
Ría. Formas que toma el valle fluvial en
torno a la desembocadura de un río.
En
la clasificación de Relieve costero saliente se encuentran:
1.
Península. Zona relativamente estrecha que la
une a un territorio mayor.
2.
Cabo. Accidente geográfico formado por una
masa de tierra que se proyecta al interior del mar.
3.
Isla. Zonas de tierra firma rodeadas por una
gran masa de agua.
CONCLUSIONES.
Es importante estudiar la litosfera, ya que conocer cómo
se encuentra formado nuestro planeta y como se da este proceso es para nosotros
fundamental si deseamos avanzar en conocimientos, y si deseamos llegar a ser
docentes capacitados, el poder explicar como se da la formación de los
relieves, la formación de las rocas y como es el movimiento de las placas
tectónicas nos hace ver lo grande que es nuestro planeta
BIBLIOGRAFIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario